La vida en Naranja es audacia y mesura sabiamente combinadas.

Naranja es el amanecer y el final del día. La promesa de algo que se inicia y la dulce melancolía del ocaso.

Naranja es la melena del león, su potencia y su pasión arrolladora. Esa energía que nos estimula a ir hacia adelante, dispuestos a conquistar lo que sea.

Naranja es la alegría redonda, la de la fruta y la risa.

jueves, 25 de marzo de 2010

Mi viaje está resultando mejor de lo que esperaba.

Ya falta poco para que vuelva a mi pueblo, sin embargo no quiero dejar de disfrutar ni por un segundo la belleza Parisina.
Todo este viaje me hizo reflexionar sobre ciertas cosas...

Tengo 15 años y sin embargo siento que tengo la suficiente madurez como para preguntarme qué es lo que quiero en mi vida y qué no.
¿Será un error estar tan convencida con respecto a mis sueños?
Por supuesto que no puedo saber qué es lo que me depara Dios, pero si puedo pensar en positivo, y así atraer cosas buenas.
Algunos creen que el mundo es Sinónimo de Dificultad. Pues déjenme decirles que yo lo veo como el regalo más hermoso que nos ha dado Dios, pero eso sí, hay que saber disfrutarlo.
A veces nosotros mismos somos quienes nos traemos los problemas. ¿Por qué amargarnos por todo? ¿Por qué no mejor dejar que la felicidad encuentre su lugar en nuestro corazón? ¿Es tan complicado ser feliz?
Está bien, no podemos pretender que todo sea fácil, que la perfección abarque nuestras vidas. Pero sí podemos palpitar, percibir y sentir el mundo que nos rodea, respirar concientes del aire que ingresa en nosotros, agradecer los gestos de quienes nos quieren, observar el planeta: su belleza, su pureza, su tranquilidad.
Es ahí cuando nos daremos cuenta del valor incalculable que tiene existir. Se trata de Valorar, y vale la pena intentarlo.


Bueno amigo, no quería desaprovechar esta carta y no decirte todo esto, pues pienso que una de las cosas más reconfortantes de la vida es Transmitir.


Hasta la próxima...


Lucy.

No hay comentarios: