La vida en Naranja es audacia y mesura sabiamente combinadas.

Naranja es el amanecer y el final del día. La promesa de algo que se inicia y la dulce melancolía del ocaso.

Naranja es la melena del león, su potencia y su pasión arrolladora. Esa energía que nos estimula a ir hacia adelante, dispuestos a conquistar lo que sea.

Naranja es la alegría redonda, la de la fruta y la risa.

martes, 1 de febrero de 2011


Un nuevo amanecer...


En el momento en que tu estabilidad comienza a pender de un hilo, te encuentras en la misma situación que la del equilibrista: Cualquier movimiento, pensamiento, emoción o distracción te puede arrojar al vacío irreparable e hiriente de los extremos. Extremos impulsivamente peligrosos para quienes nos rodean, para quienes deben protegerse a toda costa de ellos.
Extremos que pueden acabar en una pelea indeseada, o en un romance irreal o hiriente.

"Los extremos no son buenos"

Un nuevo año no sólo significa renovar el calendario,
tomar sidra y saludar personas con las que posiblemente
compartirás tu 2011, o no.
Un nuevo año es una nueva oportunidad, un nuevo comienzo
o como se dice, un duradero amanecer.


Uno suele proponerse nuevas metas, cambios positivos, buenas acciones en estas épocas. Sin embargo, ¿ Cuántos de estos objetivos realmente se cumplen? Por distintos factores externos o internos, terminamos en el comienzo. Iguales que siempre, cometiendo los mismos errores, tropezando con las mismas piedras, cayendo prisioneros de nuestros propios defectos.


Pero como bien sabemos todos, casi absolutamente nada es imposible.
Y por lo tanto, aquellas metas repletas de buenos augurios
para nuestras vidas, se encuentran latentes en nuestras almas y ansiosas
por plasmarse en acciones.


Si luchamos contra aquello que nos detiene, que incluso podemos ser nosotros mismos, podemos llegar a lugares, emociones y sensaciones impensadas.
Pienso que no debe haber nada mejor que ayudar al otro.
Hacer feliz al prójimo, da felicidad a uno mismo.


La felicidad se convierte en equilibrio, y el equilibrio es sano.





Y esa es mi meta este año, el egoísmo intoxica el alma.