La vida en Naranja es audacia y mesura sabiamente combinadas.

Naranja es el amanecer y el final del día. La promesa de algo que se inicia y la dulce melancolía del ocaso.

Naranja es la melena del león, su potencia y su pasión arrolladora. Esa energía que nos estimula a ir hacia adelante, dispuestos a conquistar lo que sea.

Naranja es la alegría redonda, la de la fruta y la risa.

viernes, 2 de diciembre de 2011




Hoy comencé a imaginarme cómo sería mi vida si tan solo dejara que me sorprendiera por ella misma. A la vez, surge aquella contradicción de pensar que nuestro destino ya está escrito, por más modificaciones que pueda tener. No se qué es lo que prefiero, si la espontaneidad única de sentir que cada hecho que obtiene su lugar y tiempo en mi vida es para algo, o si la adrenalina de plantearme metas y desgarrarme el alma por llegar a ellas. Supongo que nadie tiene claro aquello, es algo que se da naturalmente. Es más, me conformo con tener la posibilidad de vivir una extensa cantidad de tiempo, y que eso me permita descubrir, aprender y amar con fervor y durabilidad.

Siento una ansiedad constante que me pica en lo más profundo del alma, como un batallón de hormigas que parecen estar siempre al borde del caos, y es que no hay nada que me genere más emoción que los cambios de ciclos, que los objetivos y los auto-desafíos.
Me siento bien conmigo misma porque tengo la tranquilidad de esforzarme cada día por ser una mejor persona tanto en mi interior, como en sociedad. Claro que nadie alcanza aquella utopía de tener la vida perfecta y ser el humano ideal, pero es porque simplemente no existe tal cosa.

Somos quienes queremos ser, quienes construimos con el tiempo y con las experiencias. Luchamos por obtener lo que queremos, pero debemos mirar hacia atrás para valorar lo conseguido, mirar hacia abajo para evitar pasar por encima de alguien, mirarnos a nosotros mismos para darnos cuenta de quienes somos, y mirar hacia adelante para no desviarnos del camino.

En fin, no quiero irme por las ramas como siempre suelo hacer porque es importante aprovechar el tiempo para transmitir lo justo y necesario, simplemente las palabras que merecen ser leídas.




☼Un saludo especial a todos aquellos que están
en el camino del descubrimiento... en mi opinión,
es uno de los más maravillosos de la existencia humana.

sábado, 26 de noviembre de 2011


Ayer fue un día trascendente en mi vida, e imagino que ha tenido el mismo significado para todos aquellos que han atravesado por él. No pienso que la etapa de la secundaria tenga mayor valor que otras épocas de la vida misma, porque cada camino por el que transitamos puede resultarnos inolvidable o inmemorable según las experiencias y recuerdos de cada uno. Por mi parte, tan sólo llevo vividos 17 años, tiempo que para algunos puede significar la duración de un matrimonio, el período para terminar de pagar una casa o la condena de algún criminal. Sin embargo, personalmente, significan absolutamente todo, porque valga la redundancia, son todo lo que tengo. No pienso quejarme de ninguno de ellos, creo que cada uno de mis días y los de mi familia han sido bendecidos por Dios, (Y si te consideras ateo, llamémoslo “El amor universal”), ya que siempre nos hemos regido por la fe en nosotros como familia.

Si debo hacer un balance de mis, aproximadamente, 6205 días de vida… puedo decir que no existe razón en el mundo por la cual deba sentirme apenada, o arrepentida de algo. Es decir, he cometido errores humanos, he necesitado tropezar para aprender a esquivar las piedras, pero siempre he sabido mantenerme en mi camino. Aquella senda que mi familia me trazó desde el nacimiento, y que pude delimitar mediante creencias, aprendizajes, experiencias, amistades, oportunidades y demás chances que la vida me ha otorgado.

Soy muy joven, una aprendiz de esta vida. Vida que me resulta apasionante, la mejor creación, la única que vale. Sin la vida, nada de lo que conocemos sería posible, ni nosotros mismos pues seríamos inexistencia pura, significaríamos la infinita negrura de la nada misma. Y eso, eso sí que asusta.

Para lo que se viene, me propongo simplemente poner todo mi espíritu y positivismo a flote, unos de los combustibles más importantes para el alma y para cumplir nuestras metas. Nadie tiene el derecho o el poder para tildarnos de incapaces o inútiles, la fuerza está en nuestro interior.

La Universidad de seguro que no será tarea fácil, pero eso me motiva aún más, porque se que deberé esforzarme por lo que quiero, por mi futuro, y eso lo hace aún más importante. Escalaré aquella montaña, tal vez por momentos tropiece, o dude en si debo bajar, pero jamás voy a darme por vencida, porque se que la vista desde la cima es realmente hermosa y vale la pena.








domingo, 23 de octubre de 2011

Caminaba con mi padre, cuando se detuvo en una curva, y después de un pequeño silencio, me preguntó:
- ¿Oyes algo más, que el cantar de los pájaros?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después, le respondí:
- Sí, es el ruido de una carreta.
- Éso es, - me dijo. - Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre:- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto?
Entonces, otra vez mas, me mostró su sabiduría:
- Es muy fácil darse cuenta: "Cuánto mas vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace".





Así de simple es. Las personas que necesitan rebajar a los demás para sentirse bien consigo mismas, y que pretenden ostentar todo lo que poseen y lo que son, no obtienen más que un vacío interno e imposible de llenar.
Si hay algo de lo que siento orgullo, a pesar de que a veces pueda pensar que aquellas "Carretas vacías" me pasan por encima, es que yo me siento llena... Llena de amor de la gente que me rodea, de los valores que he aprendido, de lo que se, de experiencias lindas y no tan lindas, de metas, de cambios, de quien fui, quien soy y quien espero algún día ser; pero por sobretodo, llena de paz porque no pretendo hacer ruido, ni seguir las huellas de aquellos que lo hacen.




Lucy

lunes, 18 de abril de 2011

Qué fácil resulta confundirse. En un momento somos una persona y al segundo, somos otra completamente distinta sin que podamos apenas percibirlo. Claro que los otros si lo hacen, empiezan a notarlo a los días, cuando tus cambios ya dejan de ser producto de un simple "mal día" y se vuelven un reflejo de los peores ejemplos.

Agredezco tener la suerte de ser alguien que se autoevalua, porque sino estaría en graves problemas. Una persona expuesta siempre a un mismo entorno puede, dentro de todo, mantenerse en un eje y transitar a lo largo de su vida con una personalidad aproximadamente pareja. Pero alguien que debe ajustarse constantemente a lo que la vida le presenta, y me refiero a cambios de sociedades, lugares, instituciones, etc, se ve obligada o no (tal vez es un deseo propio) a lograr que la acepten, la integren, la conozcan y la quieran, una y otra vez.
Cuando te ves en una situación como esa, cada día de tu vida luchás por forjar una personalidad, una estructura de valores y convicciones con los cimientos más fuertes e indestructibles que puedas construir, porque a la primera que ceden, todo tu eje se derrumba. Eso implica un desequilibrio terrible, un desajuste peligroso para quien se encuentra preso de lo desconocido. Aquello te vuelve vulnerable, fácil de influir, de arrastrar y de manipular.

Es por ello que cuando descubro una grieta en mis propios cimientos creo un sistema de defensa automático, con temor de que por aquella ruptura pueda filtrarse algo que va en contra de mis ideales. Es de esta manera como encuentro mi tiempo para plantearme qué es lo que anda mal, de qué me estoy olvidando, que es lo que voy dejando por el camino y no debería dejar.

Qué fácil es confundirse.
Qué fácil es dejarse influir.
Qué fácil es ir por la corriente.
Qué fácil es autodestruirse.
Qué fácil es encontrar el ego, y que difícil es perderlo.

Y es por eso que hasta acá llegué. Me doy cuenta con qué facilidad puedo absorber los piropos, a la vez que ahuyento las críticas. Me repugno de esta manera.
Chau envidia, chau ego, chau competencia. Chau malditas enemigas y a la vez viciosas aliadas del hombre. No las necesito, no las quiero, me intoxican. Cueste lo que cueste, en mi van a morir.


Que no me olvide quien soy, dudo que alguien más me lo pueda recordar mejor que yo.




sábado, 2 de abril de 2011


No tengo todo calculado, ni mi vida resuelta, sólo tengo una sonrisa y espero una de vuelta.

A veces no todo resulta como uno lo espera, ni es posible siempre hacer lo correcto. Me equivoqué, y aprendí.
Se lo que quiero y no quiero para mi vida, pero si no me permiten tropezar ni tampoco levantarme, ¿Cómo es posible que sepa lo que está bien y lo que está mal?
Antes que ser hija, hermana, nieta, sobrina, estudiante, ciudadana, soy YO.
Y estoy construyendo mi vida, mis escalas, mis valores, mis prioridades, mis metas.
No existe la perfección, no existe la bondad absoluta ni alguien que jamás en su vida haya cometido un acto contrario a sus convicciones.
No intento justificarme, tampoco buscarle una explicación, pero no hay vuelta atrás. El presente se vuelve pasado a cada minuto, y el pasado retorna al presente a cada segundo.
Vivimos en el presente gracias al pasado, y esperamos un futuro gracias al presente.
Ahora se qué piedras esquivar y me siento capaz de hacerlo, sólo necesito que me permitan
avanzar y olvidar.






Pido un oportunidad, no más que eso.




Son tus cimientos, si quiebras uno, te desmoronas.


martes, 1 de febrero de 2011


Un nuevo amanecer...


En el momento en que tu estabilidad comienza a pender de un hilo, te encuentras en la misma situación que la del equilibrista: Cualquier movimiento, pensamiento, emoción o distracción te puede arrojar al vacío irreparable e hiriente de los extremos. Extremos impulsivamente peligrosos para quienes nos rodean, para quienes deben protegerse a toda costa de ellos.
Extremos que pueden acabar en una pelea indeseada, o en un romance irreal o hiriente.

"Los extremos no son buenos"

Un nuevo año no sólo significa renovar el calendario,
tomar sidra y saludar personas con las que posiblemente
compartirás tu 2011, o no.
Un nuevo año es una nueva oportunidad, un nuevo comienzo
o como se dice, un duradero amanecer.


Uno suele proponerse nuevas metas, cambios positivos, buenas acciones en estas épocas. Sin embargo, ¿ Cuántos de estos objetivos realmente se cumplen? Por distintos factores externos o internos, terminamos en el comienzo. Iguales que siempre, cometiendo los mismos errores, tropezando con las mismas piedras, cayendo prisioneros de nuestros propios defectos.


Pero como bien sabemos todos, casi absolutamente nada es imposible.
Y por lo tanto, aquellas metas repletas de buenos augurios
para nuestras vidas, se encuentran latentes en nuestras almas y ansiosas
por plasmarse en acciones.


Si luchamos contra aquello que nos detiene, que incluso podemos ser nosotros mismos, podemos llegar a lugares, emociones y sensaciones impensadas.
Pienso que no debe haber nada mejor que ayudar al otro.
Hacer feliz al prójimo, da felicidad a uno mismo.


La felicidad se convierte en equilibrio, y el equilibrio es sano.





Y esa es mi meta este año, el egoísmo intoxica el alma.