La vida en Naranja es audacia y mesura sabiamente combinadas.

Naranja es el amanecer y el final del día. La promesa de algo que se inicia y la dulce melancolía del ocaso.

Naranja es la melena del león, su potencia y su pasión arrolladora. Esa energía que nos estimula a ir hacia adelante, dispuestos a conquistar lo que sea.

Naranja es la alegría redonda, la de la fruta y la risa.

lunes, 23 de agosto de 2010

Un mundo de sueños, de ilusiones, de imaginaciones, de sonrisas, de películas, de romances inalcanzables, de melodías danzantes, de silencios motivadores. No me interesa ser parte de este sistema materialista, inútil y homicida. No me intriga conocer más de esta civilización apresada entre la Ira y el Descontrol.

Quiero volar lejos, y si es necesario encerrarme, lo haré. Se que quienes me quieren me van a entender, y quienes no, me ignorarán como ignoran tantas otras cosas.
Nadie me va a convencer de que no hay mejor lugar para vivir que el que uno elije, que el que uno desea, que el que uno busca. Yo no pienso rendirme, ni elijo sentar cabeza en el primer lugar que la vida me presenta.
Soy una viajera de corazón y vida, que se deja llevar por la música y el viento hacia los rincones más inhóspitos de este mundo, sintiéndose parte de algunos y ajena de otros.
Soy una soñadora, porque la esperanza recorre mi sangre y me reconforta sentirla circular por mi cuerpo, como una droga viciosa e imprescindible.

¿Es un pecado soñar? ¿Es una estupidez pensar en algo mejor? No me interesa esta realidad en demasía, más que como un espacio transitorio donde debo habitar cuando me encuentro en sociedad. No me interesa esta realidad porque duele, lastima, y apabulla. Te atrapa, te llena la cabeza, y convierte tus sentimientos en miedo, y nada más que miedo.
Y si con mis ilusiones me escapo volando de esa maldita enemiga, es porque ella no me puede brindar algo mejor de lo que yo consigo en mis sueños.

El ahora, el preciso instante, lo que ocurre día a día y más, eso es la realidad. ¿Hago bien en huir de ella? No lo se, tal vez las consecuencias lleguen luego. Pero, ¿Qué mas da? ¿Acaso alguien se va a detener a pensar por qué me estoy alejando de su mundo de crueldades? Corre el tiempo, para algunos demasiado rápido, para otros muy lento. No se en qué velocidad corre para mi, yo sólo se que pasa y que se me está escapando de las manos.

Abro mis ojos y observo lo que me rodea, "No hay nada más que esto, que lo que estoy viendo". Parpadeo, "Sigo acá, esto no es un sueño. De la vida no voy a despertar nunca."
Realmente no lo es.





El hecho de que pasen los segundos y mi corazón siga latiendo es una razón de felicidad, lo es porque ahora entiendo que de la vida uno si despierta, despierta muriéndose.







No hay comentarios: